El ultra debe caracterizarse por tener una enorme resistencia en su voz y, además, por poseer un grandísimo espíritu de liderazgo para poder levantar de sus asientos a todos esos sosos abonados, que se pasan más tiempo como zombies que animando a su equipo. Sin embargo, en algunas ocasiones se han vivido desagradables momentos en los que ultras de dos equipos se enzarzan en peleas, lanzan objetos al campo o se dedican a insultar a jugadores contrarios, o incluso de su propio equipo.
Dos temas a destacar son: el fatídico uso de las bengalas y punteros láser. Se puede afirmar que las bengalas crean fantásticos efectos ópticos que embellecen la vista, pero no suelen tener ese fin; se suelen encender como protesta contra la directiva del club, porque su equipo va perdiendo o para celebrar una victoria; provocando en numerosas ocasiones, el cese del partido o la aparición de heridos. Luego viene el uso de los punteros, estos son muy fastidiosos e impiden el correcto desarrollo del fútbol, al molestar a los jugadores.
En conclusión, los ultras pueden llegar a ser un factor determinante para un equipo dándole ánimos para remontar un partido o minando la moral a los jugadores con la presión que les meten. Además, es innegable que todos los aficionados al fútbol tenemos ese espíritu radical dentro de nosotros, con el que daríamos todo por nuestro equipo. Os dejo un vídeo:
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